miércoles, marzo 3

Acuarelas del verano

Regresado a la ciudad, con un manojo de impresiones escindidas. Ocultandolas de la maquina de hacer pasado, que acecha sin pudor desde las bocas de subterraneo o desde los ojos de una adolescente que pasa sentada en el 168, con destino a la Boca.
Hace calor y es verano y este verano plomizo amenaza con arrasar a ese otro verano, todavia caliente y agitandose a mi espalda.
No me resigno al futuro. Una imperativo de continuidad sostiene a estas acuarelas maltratadas. No se si la serie tendra sentido, ni siquiera se si tendra secuela. El caso es que la lluvia persistio y el color fue derramandose, las figuras que se adivinaban al principio se confudieron con el fondo, con el marco,con las paredes y el suelo. Ese reguero de agua colorida, que mancha mis zapatillas, es lo que me traje luego de dos meses y medio en el sur, en el Bolson, en Golondrinas, en Cholila.
Solo eso. Saludos che.

2 comentarios:

  1. se pusó poético el ojo, y lindo che. creo que me pasó lo mismo pero a partir de la ausencia del sur. hace poco colgué un cortito sobre borges que habla al respecto, pegate una vuelta que me parece que lo explica bastante bien. jeje. saludos che.

    ResponderEliminar
  2. Hola fran. Parece que vino por ahi el verano.
    Lei a Klauss, en estos dias te escribo al respecto. Pase x tu blog y me quede largo rato contemplando esas tetas enhiestas, je.
    abrazo che

    ResponderEliminar